MAR Y ABR 2013, (1) FRANCISCO, UN NUEVO DE ASIS
“FRANCISCO, UN NUEVO DE ASIS”
Lo que Dios
nos ha enviado debemos apreciarlo y aprovechar todo lo bueno que nos sea
posible. Nuestra unión cristiana es el mejor tributo a nuestro mundo tan
necesitado de vivir de acuerdo al generoso creador nuestro que siempre ha
deseado que aprovechemos a las personas que verdaderamente nos hacen felices si
vivimos lo que él nos obsequia: “El Reino de Dios, predicado por Jesús de
Nazaret.
Maricarmen Iribaren:
La singular
figura que se presentó en la ventana Pontificia como nuestro nuevo Papa sacudió
el corazón de miles y miles de católicos y no católicos. Había escogido su
nombre: FRANCISCO. Claramente se ve que desea ser o sido como el “Pobrecillo de
Asis”.
Sencillo, de blanco, sin ninguna gala esplendorosa,
sonriente, amable, antes de dar la bendición, pidió humildemente al pueblo que
lo esperaba que hicieran por él una oración y que lo bendijeran a él. Después
con profunda emoción nos bendijo a todos, no sólo a los que lo veían conmovidos
sino a todo el mundo que conmocionado lo miraba y escuchaba como un pastor que
se entrega, un nuevo Papa en una Iglesia renovada.
Para muchos
corazones fue una alegría tan profunda, un amor por la Iglesia a la que se
pertenece que sentían estallar de felicidad en espera de que nuevamente el
inolvidable Concilio Vaticano II reviviera. Por primeras providencias se ve que
nuestro Papa añora servir a los pobres, algo sumamente necesario ya que tres cuartas partes de la población
mundial están sufriendo pobreza, hambre, desempleo, opresión miseria y muerte
por falta de ayuda humana. Antes de ser el Papa, desde que se entregó al sacerdocio
ha mostrado humildad, generosidad y pobreza personal a pesar de los altos
cargos que le han entregado. Ahora con su ejemplo creemos que de alguna manera
su natural bondad, su inteligencia, servirán para ayudarnos a que unos a otros luchemos hasta aliviar tanto
dolor.
No todo se puede cambiar al instante; se
debe comprender que un hombre por hábil y generoso que sea no podrá realizar al
momento todo aquello que necesitamos. Conocemos el otro gran problema que la
sociedad también necesita, tanto en la parte religiosa como en la parte laica:
la sexualidad debe tener un remedio adecuado, sano, ni lleno de leyes duras, ni
el desboque de una sexualidad sin límites. Esa verdadera renovación en la vida
humana: sacerdotes sin un celibato forzoso, que se elimine cualquier hecho
pederasta, que se dignifique a la mujer… y otros problemas más.
Esperemos
que el nuevo Papa, con su corazón tan abierto se abra a ese consuelo, a esa
esperanza que aliviará muchos sufrimientos.
Debemos ayudarlo, obedecerlo y pedirle con
cariño y confianza cuando le mostremos nuestras necesidades que conoce
perfectamente y sabe lo mucho que eso significa. Por otra parte también debemos
defenderlo de la incomprensión, la crítica insana, la envidia que él puede sufrir porque es bien sabido que
a los buenos se les ataca y ciertamente en la Historia a los jesuitas nunca les
faltaron enemigos injustos que los agredieran, hay muchos casos de esos problemas… recordemos la supresión de
los jesuitas de Clemente XIV CON LA PRESIÓN DEL Rey Carlos III y sobre todo del
Marqués de Pombal de Portugal.
Hoy como
nunca los católicos debemos apoyar a nuestra Iglesia y al Pastor que Dios nos ha concedido.
Es de admirar y de imitar la sincera y hermosa carta que le envía al Papa, el
señor Manuel Serrano como un mensaje de verdadero cristiano: “(Nueva entrada)
¿Vas a trabajar Francisco?”.
Si lucha nuestro Papa y sus compañeros por
desterrar los problemas que han degradado últimamente a la Iglesia Católica,
decaída por lo que muchos hacemos a
pesar de ser católicos, (Y también la crítica de los no católicos), ahora como
verdaderos seguidores de Cristo, debemos cambiar nosotros mismos, convertirnos…
Como dijera Mahatma Gandhi: “Si quieres cambiar el mundo empieza por cambiarte
a ti mismo”.
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