viernes, 5 de abril de 2013

MAR Y ABR 2013, (1) FRANCISCO, UN NUEVO DE ASIS



“FRANCISCO, UN NUEVO DE ASIS”

Lo que Dios nos ha enviado debemos apreciarlo y aprovechar todo lo bueno que nos sea posible. Nuestra unión cristiana es el mejor tributo a nuestro mundo tan necesitado de vivir de acuerdo al generoso creador nuestro que siempre ha deseado que aprovechemos a las personas que verdaderamente nos hacen felices si vivimos lo que él nos obsequia: “El Reino de Dios, predicado por Jesús de Nazaret.

Maricarmen Iribaren:
La singular figura que se presentó en la ventana Pontificia como nuestro nuevo Papa sacudió el corazón de miles y miles de católicos y no católicos. Había escogido su nombre: FRANCISCO. Claramente se ve que desea ser o sido como el “Pobrecillo de Asis”.

  Sencillo, de blanco, sin ninguna gala esplendorosa, sonriente, amable, antes de dar la bendición, pidió humildemente al pueblo que lo esperaba que hicieran por él una oración y que lo bendijeran a él. Después con profunda emoción nos bendijo a todos, no sólo a los que lo veían conmovidos sino a todo el mundo que conmocionado lo miraba y escuchaba como un pastor que se entrega, un nuevo Papa en una Iglesia renovada. 

Para muchos corazones fue una alegría tan profunda, un amor por la Iglesia a la que se pertenece que sentían estallar de felicidad en espera de que nuevamente el inolvidable Concilio Vaticano II reviviera. Por primeras providencias se ve que nuestro Papa añora servir a los pobres, algo sumamente necesario  ya que tres cuartas partes de la población mundial están sufriendo pobreza, hambre, desempleo, opresión miseria y muerte por falta de ayuda humana. Antes de ser el Papa, desde que se entregó al sacerdocio ha mostrado humildad, generosidad y pobreza personal a pesar de los altos cargos que le han entregado. Ahora con su ejemplo creemos que de alguna manera su natural bondad, su inteligencia, servirán para  ayudarnos a que  unos a otros luchemos hasta aliviar tanto dolor.

   No todo se puede cambiar al instante; se debe comprender que un hombre por hábil y generoso que sea no podrá realizar al momento todo aquello que necesitamos. Conocemos el otro gran problema que la sociedad también necesita, tanto en la parte religiosa como en la parte laica: la sexualidad debe tener un remedio adecuado, sano, ni lleno de leyes duras, ni el desboque de una sexualidad sin límites. Esa verdadera renovación en la vida humana: sacerdotes sin un celibato forzoso, que se elimine cualquier hecho pederasta, que se dignifique a la mujer… y otros problemas más.

Esperemos que el nuevo Papa, con su corazón tan abierto se abra a ese consuelo, a esa esperanza que aliviará muchos sufrimientos.

   Debemos ayudarlo, obedecerlo y pedirle con cariño y confianza cuando le mostremos nuestras necesidades que conoce perfectamente y sabe lo mucho que eso significa. Por otra parte también debemos defenderlo de la incomprensión, la crítica insana, la envidia  que él puede sufrir porque es bien sabido que a los buenos se les ataca y ciertamente en la Historia a los jesuitas nunca les faltaron enemigos injustos que los agredieran, hay muchos casos  de esos problemas… recordemos la supresión de los jesuitas de Clemente XIV CON LA PRESIÓN DEL Rey Carlos III y sobre todo del Marqués de Pombal de Portugal.

Hoy como nunca los católicos debemos apoyar a nuestra  Iglesia y al Pastor que Dios nos ha concedido. Es de admirar y de imitar la sincera y hermosa carta que le envía al Papa, el señor Manuel Serrano como un mensaje de verdadero cristiano: “(Nueva entrada) ¿Vas a trabajar Francisco?”.

 Si lucha nuestro Papa y sus compañeros por desterrar los problemas que han degradado últimamente a la Iglesia Católica, decaída  por lo que muchos hacemos a pesar de ser católicos, (Y también la crítica de los no católicos), ahora como verdaderos seguidores de Cristo, debemos cambiar nosotros mismos, convertirnos… Como dijera Mahatma Gandhi: “Si quieres cambiar el mundo empieza por cambiarte a ti mismo”.

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