MAR Y ABR 2013, (3) Carta abierta al Papa Francisco
CARTA DIRIGIDA AL OBISPO DE ROMA Y SUMO
PONTIFICE
PAPA FRANCISCO
Estimado
Padre Francisco:
Nosotros, Sacerdotes Católicos Casados y/o
Secularizados, juntamente con nuestras esposas, pertenecientes al continente
Latinoamericano, nos dirigimos a Usted puesto por el Espíritu para conducir a
la Iglesia de Jesús, al Pueblo Santo de Dios.
Ante todo queremos
saludarlo y acercarnos afectuosamente para felicitarlo por haber sido elegido
por el Colegio de Cardenales como Obispo de Roma, para presidir en la caridad a
todo el Pueblo de Dios y desearle un ministerio petrino muy fecundo.
Como
protagonistas de nuestra historia y testigos de la Fe en América Latina,
tenemos una gran esperanza de renovación
para nuestra Iglesia de la cual somos parte mediante el Sacramento del
Bautismo; pero con la conciencia de que un día también fuimos ungidos con el
Sacramento del Orden Sagrado, vivenciándolo desde una vida sencilla, en pareja
o no, formando una familia o en soledad, asumiendo en muchos casos la
paternidad biológica, comprometidos con nuestra Fe desde diversos campos de la
vida secular.
Sabemos que los gestos que
Ud. está realizando son signos de una Iglesia que necesita cambiar dando
respuestas a los momentos históricos que se suceden y para seguir dando razón
de nuestra esperanza.
Seguramente
estos cambios que Ud. viene a proponer a los bautizados y a todo el mundo no
van a ser una tarea fácil y que ante todo requerirá del compromiso de todos y
de los tiempos necesarios para que los mismos puedan ser concretados.
Es
por eso que los abajo firmantes queremos manifestarle que la Federación
Latinoamericana es un Movimiento Profético que aspira desde sus inicios a
proponer cambios en las estructuras de la vida de la Iglesia Católica, pero sin
que sea este documento una expresión oficial de dicho Organismo. Simplemente la
mencionamos a título personal, porque pertenecemos a ella y creemos que muchos
de sus miembros están de acuerdo con lo que estamos expresando.
Consideramos
oportuno subrayar que este movimiento de carácter Internacional fue creado por
uno de sus hermanos obispos ya fallecido; Monseñor Jerónimo Podestá, el cual
fue asistido por Ud. cuando era Cardenal en Argentina con amor fraterno
el último instante de su existencia.
Dicho gesto siempre será recordado tanto por su
viuda, ahora nuestra Presidenta Honoraria Vitalicia y por muchos de los que
integramos esta Federación, por esa actitud pastoral para con un Obispo que
estaba suspendido “a divinis” por comprometerse a construir una Iglesia según
los lineamientos del Concilio Vaticano II y especialmente por divulgar la
Encíclica “Populorum Progessio”.
También queremos manifestarle que no estamos
en contra del celibato, sino a favor de un celibato optativo que pueda con el
tiempo ser modificado como ley del C.I.C.; como también la participación de la
mujer desde un lugar de protagonismo y no desde un rol subalternizado en los
órganos de decisión de la Iglesia, la renovación de los ministerios pastorales,
la vivencia de una comunidad de creyentes con mayor sencillez, sin ostentar
títulos honoríficos, sin privilegios económicos y sociales, a la manera de las
primeras comunidades cristianas, que fueron proféticas, siendo más fraternas, más sencillas y más evangélicas.
Queremos
recordar lo expresado en la Declaración Final del VII
Encuentro de la FEDERACIÓN LATINOAMERICANA, realizada en Buenos Aires,
Argentina del 21 al 24 de septiembre del 2.011 que a continuación
transcribimos:
1. Nos comprometemos a profundizar una espiritualidad fuerte y radical
centrada en la Palabra de Dios, particularmente en los Evangelios, mediante la
multiplicación de Encuentros con personas, familias y grupos, donde
fortalezcamos nuestra Fe, avivemos nuestra Esperanza e intensifiquemos nuestra Caridad,
dejándonos conducir por el Espíritu Santo, presente siempre en la historia
personal y colectiva de los creyentes en Jesús,
que está en el mundo y se manifiesta mediante los signos de los tiempos.
2. Renovamos nuestro compromiso de cristianos
y de ministros ordenados, de vivir y
ejercer nuestra participación en la Misión de Jesús para la realización de su
Proyecto; desde una humanidad cimentada en su Evangelio, debidamente
contextualizado en la solidaridad, la justicia y la paz, privilegiando la opción
preferencial por los más pobres y los oprimidos.
3. Nos proponemos desarrollar una comunicación permanente, respetuosa y
fraterna con toda la Comunidad de Creyentes y sus ministros, al tiempo que
renovamos nuestra disposición de servirla, para lo cual deseamos promover e
intensificar vías de “relaciones de fraternidad y mutua colaboración” (D.A.
Nº 200).
4. Refrendamos nuestra pertenencia a los Organismos Supra Continentales
que nos unifican como grupo y convocamos a nuestros pares Latinoamericanos que aún
viven aislados, a sumarse a nuestros grupos nacionales y locales.
5. Manifestamos nuestra apertura hacia grupos de similares causas y
hacia todos los que se sienten identificados con nuestros objetivos, para sumar
esfuerzos en pro del bien común, con
un auténtico compromiso social y político…”
Con la confianza de saber que seguimos
en la comunión espiritual a través de nuestras oraciones y la de nuestras esposas
y familiares, nos despedimos solicitándole su Paternal Bendición.
Clelia Luro de
Podestá
(ARGENTINA)
Teresa de la Torre y Lauro
Macías Raygosa
(MÉXICO)
Natalia Bertoldi y Guillermo
Schefer
(ARGENTINA)
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