lunes, 17 de septiembre de 2012

JUN 2012, (3) UN PAPA Y UN CONCILIO ÚNICOS



Cada Pontífice de la Iglesia  Católica ha dejado una huella de su personalidad y de su actuación, en este momento se oye con facilidad el nombre Juan Pablo II y el de Benedicto XVI, nuestro actual Pontífice. Sin embargo muchos católicos al oír “el Papa Bueno” saben de quién se trata del inolvidable Juan XXIII. Dentro de la Iglesia no ha faltado quien deseara que lo olvidáramos, cosa que nunca sucederá: Juan XXIII siempre vivirá en nuestro corazón como un genio benéfico  de Dios que nos lo regaló. 

UN PAPA Y UN CONCILIO ÚNICOS
ANGELO GIUSEPPE RONCALLI

Maricarmen  Iribarren.
En un sencillo y atrayente pueblecito de la bella Italia llamado Brusico  il Sotto di il Monte, nació el 25 de Noviembre de 1881 un niño al que sus padres, Giovani y Mariana, bondadosos y fervientes campesinos, lo bautizaron ese mismo día con el nombre de Angelo Giuseppe Roncalli.
En su infancia pronto se fue dando a conocer como un niño singular: su carácter era alegre, bondadoso, despierto, obediente, listo y trabajador. Mostraba un gran amor por sus padres, sus hermano@s  y demás parientes de aquella encantadora y muy católica familia. Sin embargo su amor por Dios sobresalió de tal manera que se dieron cuenta de que aquel niño no sería un campesino, él pronto les dijo que su anhelo era ser un sacerdote amando toda su vida a Dios y sirviendo a los demás.
Le gustaba el estudio, y sus padres desde los cinco años lo enviaron a la escuela;  como era tan inteligente y aplicado  fueron cambiándolo en mejores escuelas  aunque con mucho sacrificio de ellos.. A  los 11 años ya fue al Seminario de Bérgamo, su ciudad natal. Comprendió que no era fácil la lucha por lo que aspiraba, pero su carácter era firme y decidido, incansable para lo que se proponía. Además mostraba que sus virtudes no eran inclinación natural, sino un propósito que quería cumplir. En sus estudios Angelo avanzaba a pasos agigantados, a tal punto, que a los 19 años había terminado la Teología y debería esperar hasta los 24 años para ser ordenado. Al verlo tan adelantado sus superiores lo enviaron al Seminario Pontificio Romano. Hubo un año de interrupción cuando cumplió su servicio militar, donde se le dio el lugar de sargento. Regresó al estudio y pronto culminó el Doctorado en Teología, fue premiado en su conocimiento del hebreo, era muy hábil en el conocimiento de los idiomas. 

SACERDOTE
Por fin el 10 de agosto de1904 fue ordenado sacerdote, cantó su primera Misa en il Sotto dil Monte, las campanas sonaron a vuelo, con inmensa alegría de todo el pueblo era el 15 de Agosto, Día de la Asunción.de la Virgen Santísima. Poco después pensaba seguir estudiando pero el nuevo Obispo de Bérgamo, un sacerdote de gran valor Monseñor  Radini Tedeschi lo tomó por su secretario. Nada mejor para Angelo, aquel venerable Obispo fue un maestro incomparable  para él, tenía una gran pureza de alma y una generosidad capaz no sólo de ayudar a los pobres sino de comprender a los obreros que luchaban en su huelga y apoyarlos contra las injusticias del gobierno. Una enseñanza que le sirvió a Angelo de por vida y que hizo feliz a su Obispo a quien ayudó en todo: organizó la Casa del estudiante, fue el Director del Seminario, y otros quehaceres fuertes,  a todos los hizo sentir alegría, comprensión, amistad  y paz  en medio de una fiebre de trabajo.
2° GUERRA MUNDIAL
Estalla la primera guerra mundial, un abismo de sufrimiento y desastres; para su dolor muere Monseñor Radini y al ser llamado al ejército, comprende que su vida en adelante será distinta. Lo envían a Bérgamo como enfermero sargento en hospitales, su corazón se desgarra con los heridos. Se vuelve su ángel bueno y lo hacen Capellán militar. Su acción generosa, todo bondad y misericordia causa mucha admiración durante los cuatro años que dura este apostolado de caridad sin límites 
EN LAS MISIONES
Al regresar el Papa Benito XV que ha oído hablar de él lo destina a la dirección de la Propagación de la Fe, poco después se  le nombra director de las Obras Misioneras  Pontificias, hace que todos colaboren con oración y generosidad de recursos a esa misión mundial. Se le nombra Prelado Obispo por su entrega total y su inteligencia. Él con humildad y tranquilidad lo acepta, no desea ningún título honorífico, lo toma como voluntad de Dios que le pide ese trabajo y lo ayudará.   Monseñor Roncalli viaja  primero por Italia, después por toda Europa y por los países que lo necesiten. Cumple elogiosamente su trabajo.
VISITADOR APOSTÓLICO
El Papa Pío XI, lo conoce, su modestia y su gran habilidad, sin tener función diplomática se le nombra Visitador Apostólico y el Papa lo nombra ahora Arzobispo. Lo recibe con la misma serenidad y el don de sí mismo.
Por cuatro  años  había trabajado en las Misiones pero en 1922  el Papa lo necesita en otra función difícil, hay una crisis de discordias en Bulgaria, sólo un carácter inteligente y pacífico como Monseñor Roncalli lo puede sobrellevar.
Empieza por recorrer el país y encontrarse con los católicos dispersos, su estilo alegre y bondadoso los cautiva, trata igualmente a los ortodoxos tan reacios, se hace amigo del Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa, llegan a comer juntos y platican. La crisis  se va aplacando, el pueblo  entero lo quiere, lo venera y los hace amistosos entre sí. También se presenta con el rey Boris,, la conversación se torna rápidamente en cordial.  Monseñor Roncalli se encariña con el pueblo y sufre cuando después de 10 años,  se le da otra función.
          DELEGADO APOSTÓLICO
Sufre  al dejar a su querida Bulgaria ahora se le envía  con un nuevo título, ya no es Visitador sino Delegado Apostólico de Turquía y Grecia.   La nueva misión no es nada fácil. La República turca pretende rechazar todo su pasado y cambia de nombre, Ankara, es laica  y si tolera las religiones requiere signos exteriores. No se permite ningún hábito eclesiástico. Monseñor lo acepta  diciendo a los religiosos que hay cosas más importantes, que también lo acepten se viste con traje normal. Recorre el país hablando con todos, saludando con su sonrisa y mirada afectuosa, produce confianza, sus palabras son adecuadas y delicadas. Igualmente visita Grecia.  Después de algún tiempo pide audiencia al Ministro de Relaciones Exteriores y su buen tacto abre la simpatía hacia la Iglesia y a Cristo.  Aprende los idiomas para hacerse amigo de todos a pesar de  la gran dificultad del país., Se impone  con su carácter  amable y todos  sin excepción de credo lo aman.
Europa se sacude, en 1939 se rompe la segunda Guerra Mundial y sabiendo que Hitler intenta impedir el paso a los judíos que huyen de Alemania y quiere que los obliguen a regresar para morir como los demás. Monseñor Roncalli  acude al Rey Boris, y logra que se salven miles de judíos. En Grecia la situación es muy dura. Con trabajo se le permite entrar al país por ser italiano, lo consigue y lucha desesperadamente por buscar alimentos porque la guerra no permite colectas ni víveres; salva a judíos, a niños griegos, , se vuelve de la nacionalidad de todos y cada uno para ayudarlo. Todos hallan el él a un hermano, amigo y padre como siempre.durante los veinte años que  había pasado en el Oriente.
NUNCIO APOSTÓLICO
En el Vaticano se sabía la actuación ecuménica de Monseñor Roncalli, llena de generosidad sin importar nacionalidad alguna, no faltó entre la Curia Romana quien se molestara por no mostrar la dignidad de ellos, y Monseñor Tardini pensó que era tiempo de que descansara enviándolo a su pueblo di Sotto il Monte. Lo Supo Monseñor Roncalli y con bondad dijo que eso no le afectaba. Sin embargo todo sucedió distinto. En París, el General de Gaulle había tenido diferencias con los Obispos Católicos por su adhesión al Gral. Petain,  necesitaba un nuevo Nuncio Decano para la celebración acostumbrada del Año Nuevo, un Embajador turco le platicó a De Gaulle lo que era  Mons. Roncalli, y él  lo comprendió y enviando luego la petición al Papa Pío XII, quien encargó a Mons. Tardini le enviara un telegrama a Mons. Roncallí para que se trasladara de inmediato a París. Cuando él lo recibió sabiendo lo que se pensaba de él, creyó que era una broma y respondió con un saludo de Navidad. Un nuevo mensaje  confirmó lo que mandaba el Papa y Mons. Roncali, obediente se trasladó de inmediato. En París encontró a un Delegado ruso que  había conocido, lo invitó a una cena y le preguntó cómo veía la situación, su amigo comprendió lo que deseaba. Lo puso al corriente y eso le sirvió a Mons. Roncalli para que hiciera un excelente discurso que maravilló  a todos por su serenidad, su cortesía  y atingencia delicada.
Durante los siete años que allí permaneció la actuación de él fue la misma:  unión, amor, bondad, alegría, misericordia y amistad honda con los campesinos y pobres. Aún con las relaciones de los altos personajes su diplomacia sin complicaciones, siempre acertó mostrando su sencillez evangélica de sacerdote y firmemente mantiene la independencia  y la libertad de la Iglesia por encima de todos los Partidos Políticos.  Se le manda a la UNESCO como primer observador oficial de la Santa Sede.  Y se le nombra Cardenal.
PATRIARCA DE VENECIA
Al recibir el Patriarcado  de  Venecia, Mons. Roncalli deja Roma y se dirige a Venecia donde es acogido con entusiasmo. Sin ningún cargo político, feliz se entrega a su misión sacerdotal. Ahora que ya es Cardenal  llanamente cuenta que es de origen campesino, su humildad está siempre unida a  su bondad, su comprensión e inteligencia la palpan día a día sus feligreses viéndolo siempre risueño. En 1954  aquel  inmenso corazón sacerdotal se llena de alegría  y en intimidad celebra en su querido Sotto il Monte su 50° Aniversario de Ordenación sacerdotal, su entrega a Dios y a la Iglesi.
EL CÓNCLAVE
El Papa Pío XII después de una dolorosa enfermedad, en una corta agonía murió en Octubre de 1958. Mons. Roncalli se conmueve  mucho. Sabe lo que sigue y se prepara para ir a Roma al Cónclave que elegirá al nuevo Pontífice cuando es llamado para eso. Al verlo ir en su góndola los venecianos  lo aclaman a lo largo del gran canal, pero están inquietos… no quisieran perderlo…se entiende por qué. Como siempre con una sencilla maleta, ya que espera regresar pronto, sereno se despide sonriente y cariñoso..
La situación del Colegio Cardenalicio para la elección del nuevo Papa era muy agitada. La figura de Pío XII y sus intervenciones políticas eran calificadas diametralmente opuestas en todo el mundo incluyendo a los cardenales que se encontraban en grupos distintos. Al cerrarse el Vaticano, el grupo para la elección se vio que no acertaban a escoger a ninguno. Se habían hecho ya once elecciones inútiles. 

Un grupo decidió que se pusiera a un Papa  transitorio mientras  el mundo se calmaba y fue aceptada la propuesta.. Alguien pensó en Roncalli, era anciano, duraría poco, muchos no creían que su carácter era bondadoso, sino débil. Se pusieron de acuerdo y al siguiente escrutinio todos a excepción del mismo Roncalli votaron  por él, quien sorprendido oyó su nombre sin parar.
Sereno como siempre  aceptó su elección al considerarla la voluntad de Dios  que así lo había mandado siempre. Escogió el nombre de Juan XXIII por su Padre Giovani y XXIII por los papas que anteriormente se llamaron Juan. Se sentía profundamente emocionado.

El humo de  la  chimenea  que indica el resultado de  la votación si es  nulo  sale de color negro, cuandoi se eleva una hermosa humareda muy blanca es que fue positivo..  Así salió en esa tarde  del 4 de Noviembre de 1958.  Al verlo  La multitud gritaba  contenta pero ansiosa de saber quién era el nuevo Pontífice. Después de la ceremonia interior ya revestido con su blanca vestidura papal  el nuevo Papa  ira a presentarse al mundo que lo espera. En el balcón de la gran Sala de bendiciones, apareció  el Cardenal Canali:  “Les anuncio una gran alegría… tenemos Papa… y su nombre es …Angelo… No pudo terminar, miles de voces interfirieron gritando alegremente: ¡Roncalli…! ¡Roncalli…!!!!  Continuó Canali: Angelo Giuseppe Roncalli que se llamará Juan XXIII. Después de nuevos gritos de alegría guardaron silencio esperándolo. Poco después , sereno, sonriente amable y seguro apareció el nuevo Pontífice, por todo el Orbe era presentada su imagen bondadosa que causaba una dulce y benéfica impresión, había en su rostro una impresión única, algo tan espiritual y bueno que  cautivaba el corazón llenándolo de esperanza.  Con voz clara y vigorosa, con una profunda emoción pronunció la bendición “Urbi et Orbi” Desde el primer instante su actuación causó  asombro: mostraba una energía, una seguridad muy superior a todo cuanto pensaban sus compañeros  cardenales, además  de su notoria compostura revelaba a un padre, todo en él  trascendía soberanía, autoridad, protección y ternura.
Desde el principio cumplió su misión de Roma recorriendo recorriendo su Diócesis,  predicando en las parroquias, visitando los enfermos en hospitales  de adultos o niños. Sonriente y amable. Visitpo a los presos de la cárcel  alentando a todos especialmente a los pobre y humildes..
EL PAPA JUAN XXIII
Deseaba todo lo que fuera  progreso, felicidad, alegría,  bienestar y sobre todo amor, a Dios y a los demás. Conocía de mucho atrás  la política que reinaba en el Vaticano, deseaba un cambio  que  veía necesario:  Algunas leyes y costumbres  que no eran aceptables, deseaba  mejorar la sitituación de muchos sacerdotes y fieles. Orando con toda su alma  pronto encontró algo que le ayudara: ¡Un Concilio!
Antes de dos meses de Pontificado reunió a sus  Cardenales y les dio la noticia de que se celebraría un nuevo Concilio. La sorpresa y el desagrado fue patente en algunos .Tranquilo y decidido les indicó lo que se haría para  abrirlo  en 1963. Uno de los  descontentos, se presentó con él diciéndole: Santísimo Padre, eso que dice no es posible, cómo podemos preparar todo en 1963…_-El Papa contestó ¿No se puede-..? - ¡No, Su Santidad! – Bien, contestó – ¡Entonces lo abriremos en 1962.  .!… Y así fue. Dejando al otro desconcertado ante su firmeza.
Aquellos descontentos pronto quisieron calmarlo, le dijeron  abiertamente que él había sido elegido como un Pontífice de transición, dando a entender que se calmara. Él no  se molestó, simplemente les contestó que él cumplía la voluntad de Dios que así lo había permitido.  Fue bastante difícil y doloroso a veces para él  preparar un Concilio como lo deseaba: Un viento  abierto, sinceridad, que mejorara la Iglesia, que la renovara y fuera el ejemplo y la ayuda de un mundo casi deshecho por tanta guerra y política que  destrozaba a los pueblos más humildes e inocentes como Africa entre otros. Juan XXIII había vivido durante veinte años el martirio de los oprimidos en el Oriente. Escribió hermosas Encíclicas: “Mater et Magistra”, como  un mensaje profundo y lleno de amor a la humanidad para dinamizar la justicia social, que la Iglesia Madre y Educadora lo  ejemplara al mundo. “Pacem  in  Terris”,  donde muestra una inmensa caridad a los pobres, a los enfermos, a los débiles, a los que sufren, a los que trabajan  para sí mismos y para los demás; esto tuvo un impacto  universal. Meses después aquel Papa  ora y suplica a los gobiernos  se detenga otra terrible guerra en Cuba y más tarde ruega a la O:N:U. que cese su carrera armamentista. De ahí que  se le llame  “ El Papa de  la Paz. 

SU CONCILIO
Se convoca en agosto de 1959 a 2700 Obispos de todos los países, razas e idiomas, y en calidad de observadores a los representantes de las iglesias separadas: los anglicanos,, protestantes, a los ortodoxos que aceptan  y vienen hasta de Rusia entonces plenamente Socialista. El Vaticano II será  un “aggiornamento” (renovación) que la Iglesia puede expresarlo como: “Ponerse al día”. Desde luego según la enseñanza de Cristo sin ningún falso  sentido modernista incorrecto. El Papa asegura su pensamiento: “La Fe de la Iglesia no cambia” pero la mentalidad sí. Hay que luchar por mantener la fe con el lenguaje del mundo moderno. Los Obispos, los Padres  trabajan fraternal  e intensamente  llenos de alegría en su gran mayoría, no faltan los conservadores que no alcanzan la visión de aquel increíble Papa lleno de Dios, de  inteligencia .y caridad.
Se despierta un gran interés en el mundo entero, El Papa en su oficina reza al Espíritu Santo, a la Santísima Virgen y San José, a quien ama. Dice: Yo no puedo empezar ni terminar mi jornada sin que mi última palabra sea para él…”  Deja en libertad  a los Obispos en su trabajo, una labor impregnada de su espíritu de servicio a Dios y amor a toda la humanidad.
CUANDO DECLINA EL DIA
Ha pasado la primera parte del Concilio pero con inquietud se ve el cansancio, la debilidad del Papa, su rostro ceniciento muestra que está seriamente enfermo. Los médicos acuden y hallan un doloroso cáncer en sus intestinos. Los que lo acompañan  se angustian pero él dice:”Si el Señor Jesús me dijera, pídeme esta  gracia y te la concederé, yo le contestaría No Señor yo no pido nada. Decide tú mismo.  Hasta el fin de mi vida  quiero ser fiel al  Padre  Nuestro  que  tú  nos has enseñado. Hágase tu voluntad, cuyo ejemplo nos diste  de Belén al Calvario.”
El Papa se debilita conoce su enfermedad y su gravedad.  Dice  a sus 82 años, “Cualquier día es bueno para nacer y cualquier día es bueno para morir- Estoy listo para  responder al llamado del Señor. Como ustedes ven estoy bien…. Ustedes oyen mi voz: pero quisiera que oyeran mi  corazón que late de cariño por ustedes. ”
Recibe varios premios, el mundo lo ama y lo reconoce: La Fundación Internacional de Balzam atribuye a Juan XXIII el premio de la Paz , la Humanidad y la Fraternidad de los Pueblos. Alegremente el Papa lo comparte con el mundo.  Lo felicitan, él tiene la sonrisa de un niño, está muy cansado por la enfermedad. Le dicen que es un buen pastor… Le dan un millón de francos suizos y él lo designa a la fundación en favor de las víctimas de la violencia y de la guerra. Al día siguiente va   Juan XXIII  a visitar al Presidente  de la República Italiana. A lo largo del camino la muchedumbre lo aclama intensamente..
Cada vez está más débil  Su enfermedad se agrava terriblemente, casi al final, él desea ir al balcón a saludar a los fieles y por última vez bendice al  pueblo y ya no puede levantarse sino ir a su cama. Dice:  Es un altar; el altar requiere una víctima, estoy listo”. Sonríe  a los que lo rodean,. Recuerda a su familia, a Sotto il Monte y a su querida Diócesis de Bérgamo.
Se puede decir sin exagerar que el mundo entero tiene puesto los ojos y el corazón donde está en agonía aquel Papa tan querido, Recibe mensajes de todo el mundo.  Todos bellísimos y tiernos: de un budista,, de un ateo, de niños y niñas,, de protestantes…  En el Vaticano se respira un aire de tristeza. Ya muy grave recibe el Sacramento de los enfermos,  la Comunión, y con voz firme renueva su profesión de fe y que ama a  la Iglesia, ofrenda su vida por el Concilio y la Paz y pide perdón si ofendió. Sufre terriblemente pero con amor.
Llega el momento, se le dice una Misa y cuando el sacerdote dice “ Y hubo un hombre enviado de Dios que se llamaba Juan… también el Papa da en ese momento su último respiro.  Lo que parece una coincidencia  muy especial.  El Cardenal Montini, su amigo, estuvo con él hasta el último momento. Unas  120 mil personas  están fuera rezando por el Papa Bueno. Al saberlo  parece que todo el mundo está de duelo.
Una mamá italiana  llama al Vaticano, su hijito de cinco años dice que quiere ir a Roma, para que el  tome el microbio del Papa y él muera en su lugar.  Y  esté no es el único deseo de muchos niños. Y adultos que no quieren pederlo. Pero él ya está recibiendo su recompensa. Su rostro es tranquilo, amable. Y casi sonriente., tal como siempre fue. Muere el 8 de Junio de  l963.
Todos están afligidos, sin embargo se palpaba que aquel  bondadoso Papa que fue Pontífice  unos cinco años escasos se ganó al mundo entero por encima de otros que ocuparon ese sitio por largos años.
En seguida se repitió el Conclave para continuar el Concilio. El nuevo Papa  el Cardenal Montini, fue electo y tomó el nombre de Pablo VI. Muy apreciado por todos y deseado por el mismo Juan XXIII. siguió con un corazón muy abierto todo lo que sabía era deseado por Juan XXII  y fue quien terminó el Concilio Vaticano II.
INCORRUPTO
El Cardenal Virgilio Noé confirmó el 27 de Marzo de 2001 que el cuerpo del Papa Juan XXIII seguía   incorrupto, su cuerpo completo y su rostro tiene  la misma expresión del momento en que ya muerto aparecía dulcemente dormido.  Canonizado por la Iglesia o no, es otra de las grandes muestras de su santidad.  Puede decirse que por todo el mundo ya está canonizado en el corazón de quienes lo han conocido o  aunque sea leyendo su biografía.
Este escrito alberga sólo pocos de los muchos momentos de su vida, tomados de diferentes biografías, no alcanza a mostrar las  anécdotas de su buen humor,   queda mucho por decir. Tal vez sólo allá en el cielo lo conoceremos tal como lo ve el Dios a quien tanto amo.

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