JUN 2012, (3) UN PAPA Y UN CONCILIO ÚNICOS
Cada Pontífice de la
Iglesia Católica ha dejado una huella de
su personalidad y de su actuación, en este momento se oye con facilidad el
nombre Juan Pablo II y el de Benedicto XVI, nuestro actual Pontífice. Sin embargo
muchos católicos al oír “el Papa Bueno” saben de quién se trata del inolvidable
Juan XXIII. Dentro de la Iglesia no ha faltado quien deseara que lo
olvidáramos, cosa que nunca sucederá: Juan XXIII siempre vivirá en nuestro
corazón como un genio benéfico de Dios
que nos lo regaló.
UN PAPA Y UN CONCILIO ÚNICOS
ANGELO GIUSEPPE RONCALLI
Maricarmen Iribarren.
En un sencillo y atrayente
pueblecito de la bella Italia llamado Brusico il Sotto di il Monte, nació el 25 de Noviembre
de 1881 un niño al que sus padres, Giovani y Mariana, bondadosos y fervientes campesinos,
lo bautizaron ese mismo día con el nombre de Angelo Giuseppe Roncalli.
En su infancia pronto se fue
dando a conocer como un niño singular: su carácter era alegre, bondadoso,
despierto, obediente, listo y trabajador. Mostraba un gran amor por sus padres,
sus hermano@s y demás parientes de
aquella encantadora y muy católica familia. Sin embargo su amor por Dios sobresalió
de tal manera que se dieron cuenta de que aquel niño no sería un campesino, él
pronto les dijo que su anhelo era ser un sacerdote amando toda su vida a Dios y
sirviendo a los demás.
Le
gustaba el estudio, y sus
padres desde los cinco años lo enviaron a la escuela; como era tan
inteligente y aplicado fueron cambiándolo en mejores escuelas aunque
con mucho sacrificio de ellos.. A los 11 años ya fue al Seminario de
Bérgamo,
su ciudad natal. Comprendió que no era fácil la lucha por lo que
aspiraba, pero
su carácter era firme y decidido, incansable para lo que se proponía.
Además
mostraba que sus virtudes no eran inclinación natural, sino un propósito
que quería
cumplir. En sus estudios Angelo avanzaba a pasos agigantados, a tal
punto, que
a los 19 años había terminado la Teología y debería esperar hasta los 24
años
para ser ordenado. Al verlo tan adelantado sus superiores lo enviaron al
Seminario Pontificio Romano. Hubo un año de interrupción cuando cumplió
su
servicio militar, donde se le dio el lugar de sargento. Regresó al
estudio y
pronto culminó el Doctorado en Teología, fue premiado en su conocimiento
del
hebreo, era muy hábil en el conocimiento de los idiomas.
SACERDOTE
Por fin el 10 de agosto
de1904 fue ordenado sacerdote, cantó su primera Misa en il Sotto dil Monte, las
campanas sonaron a vuelo, con inmensa alegría de todo el pueblo era el 15 de
Agosto, Día de la Asunción.de la Virgen Santísima. Poco después pensaba seguir
estudiando pero el nuevo Obispo de Bérgamo, un sacerdote de gran valor
Monseñor Radini Tedeschi lo tomó por su
secretario. Nada mejor para Angelo, aquel venerable Obispo fue un maestro
incomparable para él, tenía una gran
pureza de alma y una generosidad capaz no sólo de ayudar a los pobres sino de
comprender a los obreros que luchaban en su huelga y apoyarlos contra las
injusticias del gobierno. Una enseñanza que le sirvió a Angelo de por vida y
que hizo feliz a su Obispo a quien ayudó en todo: organizó la Casa del
estudiante, fue el Director del Seminario, y otros quehaceres fuertes, a todos los hizo sentir alegría, comprensión,
amistad y paz en medio de una fiebre de trabajo.
2° GUERRA MUNDIAL
Estalla la primera guerra
mundial, un abismo de sufrimiento y desastres; para su dolor muere Monseñor Radini
y al ser llamado al ejército, comprende que su vida en adelante será distinta.
Lo envían a Bérgamo como enfermero sargento en hospitales, su corazón se
desgarra con los heridos. Se vuelve su ángel bueno y lo hacen Capellán militar.
Su acción generosa, todo bondad y misericordia causa mucha admiración durante
los cuatro años que dura este apostolado de caridad sin límites
EN LAS MISIONES
Al regresar el Papa Benito
XV que ha oído hablar de él lo destina a la dirección de la Propagación de la
Fe, poco después se le nombra director
de las Obras Misioneras Pontificias,
hace que todos colaboren con oración y generosidad de recursos a esa misión
mundial. Se le nombra Prelado Obispo
por su entrega total y su inteligencia. Él con humildad y tranquilidad lo acepta,
no desea ningún título honorífico, lo toma como voluntad de Dios que le pide
ese trabajo y lo ayudará. Monseñor
Roncalli viaja primero por Italia,
después por toda Europa y por los países que lo necesiten. Cumple elogiosamente
su trabajo.
VISITADOR APOSTÓLICO
El Papa Pío XI, lo conoce,
su modestia y su gran habilidad, sin tener función diplomática se le nombra
Visitador Apostólico y el Papa lo nombra ahora Arzobispo. Lo recibe con la misma serenidad y el don de sí mismo.
Por cuatro años había trabajado en las Misiones pero en 1922 el Papa lo necesita en otra función difícil,
hay una crisis de discordias en Bulgaria, sólo un carácter inteligente y
pacífico como Monseñor Roncalli lo puede sobrellevar.
Empieza por recorrer el país
y encontrarse con los católicos dispersos, su estilo alegre y bondadoso los
cautiva, trata igualmente a los ortodoxos tan reacios, se hace amigo del
Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa, llegan a comer juntos y
platican. La crisis se va aplacando, el
pueblo entero lo quiere, lo venera y los
hace amistosos entre sí. También se presenta con el rey Boris,, la conversación
se torna rápidamente en cordial.
Monseñor Roncalli se encariña con el pueblo y sufre cuando después de 10
años, se le da otra función.
DELEGADO APOSTÓLICO
Sufre al dejar a su querida Bulgaria ahora se le envía con un nuevo título, ya no es Visitador sino
Delegado Apostólico de Turquía y Grecia. La nueva misión no es nada fácil. La
República turca pretende rechazar todo su pasado y cambia de nombre, Ankara, es
laica y si tolera las religiones
requiere signos exteriores. No se permite ningún hábito eclesiástico. Monseñor
lo acepta diciendo a los religiosos que
hay cosas más importantes, que también lo acepten se viste con traje normal.
Recorre el país hablando con todos, saludando con su sonrisa y mirada
afectuosa, produce confianza, sus palabras son adecuadas y delicadas. Igualmente
visita Grecia. Después de algún tiempo
pide audiencia al Ministro de Relaciones Exteriores y su buen tacto abre la
simpatía hacia la Iglesia y a Cristo. Aprende los idiomas para hacerse amigo de
todos a pesar de la gran dificultad del
país., Se impone con su carácter amable y todos sin excepción de credo lo aman.
Europa se sacude, en 1939 se
rompe la segunda Guerra Mundial y sabiendo que Hitler intenta impedir el paso a
los judíos que huyen de Alemania y quiere que los obliguen a regresar para
morir como los demás. Monseñor Roncalli acude
al Rey Boris, y logra que se salven miles de judíos. En Grecia la situación es
muy dura. Con trabajo se le permite entrar al país por ser italiano, lo
consigue y lucha desesperadamente por buscar alimentos porque la guerra no
permite colectas ni víveres; salva a judíos, a niños griegos, , se vuelve de la
nacionalidad de todos y cada uno para ayudarlo. Todos hallan el él a un
hermano, amigo y padre como siempre.durante los veinte años que había pasado en el Oriente.
NUNCIO APOSTÓLICO
En
el Vaticano se sabía la actuación
ecuménica de Monseñor Roncalli, llena de generosidad sin importar
nacionalidad
alguna, no faltó entre la Curia Romana quien se molestara por no mostrar
la
dignidad de ellos, y Monseñor Tardini pensó que era tiempo de que
descansara
enviándolo a su pueblo di Sotto il Monte. Lo Supo Monseñor Roncalli y
con
bondad dijo que eso no le afectaba. Sin embargo todo sucedió distinto.
En
París, el General de Gaulle había tenido diferencias con los Obispos
Católicos
por su adhesión al Gral. Petain,
necesitaba un nuevo Nuncio Decano para la celebración acostumbrada del
Año Nuevo, un Embajador turco le platicó a De Gaulle lo que era Mons.
Roncalli, y él lo comprendió y enviando luego la petición al
Papa Pío XII, quien encargó a Mons. Tardini le enviara un telegrama a
Mons.
Roncallí para que se trasladara de inmediato a París. Cuando él lo
recibió
sabiendo lo que se pensaba de él, creyó que era una broma y respondió
con un
saludo de Navidad. Un nuevo mensaje
confirmó lo que mandaba el Papa y Mons. Roncali, obediente se trasladó
de inmediato. En París encontró a un Delegado ruso que había conocido,
lo invitó a una cena y le
preguntó cómo veía la situación, su amigo comprendió lo que deseaba. Lo
puso al
corriente y eso le sirvió a Mons. Roncalli para que hiciera un excelente
discurso que maravilló a todos por su
serenidad, su cortesía y atingencia
delicada.
Durante los siete años que
allí permaneció la actuación de él fue la misma: unión, amor, bondad, alegría, misericordia y
amistad honda con los campesinos y pobres. Aún con las relaciones de los altos
personajes su diplomacia sin complicaciones, siempre acertó mostrando su sencillez
evangélica de sacerdote y firmemente mantiene la independencia y la libertad de la Iglesia por encima de
todos los Partidos Políticos. Se le
manda a la UNESCO como primer observador oficial de la Santa Sede. Y se le nombra Cardenal.
PATRIARCA DE VENECIA
Al recibir el Patriarcado de
Venecia, Mons. Roncalli deja Roma y se dirige a Venecia donde es acogido
con entusiasmo. Sin ningún cargo político, feliz se entrega a su misión sacerdotal.
Ahora que ya es Cardenal llanamente
cuenta que es de origen campesino, su humildad está siempre unida a su bondad, su comprensión e inteligencia la
palpan día a día sus feligreses viéndolo siempre risueño. En 1954 aquel
inmenso corazón sacerdotal se llena de alegría y en intimidad celebra en su querido Sotto il
Monte su 50° Aniversario de Ordenación sacerdotal, su entrega a Dios y a la
Iglesi.
EL CÓNCLAVE
El Papa Pío XII después de
una dolorosa enfermedad, en una corta agonía murió en Octubre de 1958. Mons.
Roncalli se conmueve mucho. Sabe lo que
sigue y se prepara para ir a Roma al Cónclave que elegirá al nuevo Pontífice
cuando es llamado para eso. Al verlo ir en su góndola los venecianos lo aclaman a lo largo del gran canal, pero
están inquietos… no quisieran perderlo…se entiende por qué. Como siempre con
una sencilla maleta, ya que espera regresar pronto, sereno se despide sonriente
y cariñoso..
La situación del Colegio
Cardenalicio para la elección del nuevo Papa era muy agitada. La figura de Pío
XII y sus intervenciones políticas eran calificadas diametralmente opuestas en
todo el mundo incluyendo a los cardenales que se encontraban en grupos
distintos. Al cerrarse el Vaticano, el grupo para la elección se vio que no
acertaban a escoger a ninguno. Se habían hecho ya once elecciones inútiles.
Un grupo decidió que se pusiera a un Papa transitorio mientras el mundo se calmaba y fue aceptada la propuesta.. Alguien pensó en Roncalli, era anciano, duraría poco, muchos no creían que su carácter era bondadoso, sino débil. Se pusieron de acuerdo y al siguiente escrutinio todos a excepción del mismo Roncalli votaron por él, quien sorprendido oyó su nombre sin parar.
Un grupo decidió que se pusiera a un Papa transitorio mientras el mundo se calmaba y fue aceptada la propuesta.. Alguien pensó en Roncalli, era anciano, duraría poco, muchos no creían que su carácter era bondadoso, sino débil. Se pusieron de acuerdo y al siguiente escrutinio todos a excepción del mismo Roncalli votaron por él, quien sorprendido oyó su nombre sin parar.
Sereno como siempre aceptó su elección al considerarla la voluntad
de Dios que así lo había mandado siempre.
Escogió el nombre de Juan XXIII por su Padre Giovani y XXIII por los papas que
anteriormente se llamaron Juan. Se sentía profundamente emocionado.
El humo de la chimenea que indica el resultado de la votación si es nulo sale de color negro, cuandoi se eleva una hermosa humareda muy blanca es que fue positivo.. Así salió en esa tarde del 4 de Noviembre de 1958. Al verlo La multitud gritaba contenta pero ansiosa de saber quién era el nuevo Pontífice. Después de la ceremonia interior ya revestido con su blanca vestidura papal el nuevo Papa ira a presentarse al mundo que lo espera. En el balcón de la gran Sala de bendiciones, apareció el Cardenal Canali: “Les anuncio una gran alegría… tenemos Papa… y su nombre es …Angelo… No pudo terminar, miles de voces interfirieron gritando alegremente: ¡Roncalli…! ¡Roncalli…!!!! Continuó Canali: Angelo Giuseppe Roncalli que se llamará Juan XXIII. Después de nuevos gritos de alegría guardaron silencio esperándolo. Poco después , sereno, sonriente amable y seguro apareció el nuevo Pontífice, por todo el Orbe era presentada su imagen bondadosa que causaba una dulce y benéfica impresión, había en su rostro una impresión única, algo tan espiritual y bueno que cautivaba el corazón llenándolo de esperanza. Con voz clara y vigorosa, con una profunda emoción pronunció la bendición “Urbi et Orbi” Desde el primer instante su actuación causó asombro: mostraba una energía, una seguridad muy superior a todo cuanto pensaban sus compañeros cardenales, además de su notoria compostura revelaba a un padre, todo en él trascendía soberanía, autoridad, protección y ternura.
El humo de la chimenea que indica el resultado de la votación si es nulo sale de color negro, cuandoi se eleva una hermosa humareda muy blanca es que fue positivo.. Así salió en esa tarde del 4 de Noviembre de 1958. Al verlo La multitud gritaba contenta pero ansiosa de saber quién era el nuevo Pontífice. Después de la ceremonia interior ya revestido con su blanca vestidura papal el nuevo Papa ira a presentarse al mundo que lo espera. En el balcón de la gran Sala de bendiciones, apareció el Cardenal Canali: “Les anuncio una gran alegría… tenemos Papa… y su nombre es …Angelo… No pudo terminar, miles de voces interfirieron gritando alegremente: ¡Roncalli…! ¡Roncalli…!!!! Continuó Canali: Angelo Giuseppe Roncalli que se llamará Juan XXIII. Después de nuevos gritos de alegría guardaron silencio esperándolo. Poco después , sereno, sonriente amable y seguro apareció el nuevo Pontífice, por todo el Orbe era presentada su imagen bondadosa que causaba una dulce y benéfica impresión, había en su rostro una impresión única, algo tan espiritual y bueno que cautivaba el corazón llenándolo de esperanza. Con voz clara y vigorosa, con una profunda emoción pronunció la bendición “Urbi et Orbi” Desde el primer instante su actuación causó asombro: mostraba una energía, una seguridad muy superior a todo cuanto pensaban sus compañeros cardenales, además de su notoria compostura revelaba a un padre, todo en él trascendía soberanía, autoridad, protección y ternura.
Desde el principio cumplió
su misión de Roma recorriendo recorriendo su Diócesis, predicando en las parroquias, visitando los
enfermos en hospitales de adultos o
niños. Sonriente y amable. Visitpo a los presos de la cárcel alentando a todos especialmente a los pobre y
humildes..
EL PAPA JUAN XXIII
Deseaba todo lo que
fuera progreso, felicidad, alegría, bienestar y sobre todo amor, a Dios y a los
demás. Conocía de mucho atrás la
política que reinaba en el Vaticano, deseaba un cambio que
veía necesario: Algunas leyes y
costumbres que no eran aceptables, deseaba
mejorar la sitituación de muchos
sacerdotes y fieles. Orando con toda su alma
pronto encontró algo que le ayudara: ¡Un Concilio!
Antes de dos meses de Pontificado
reunió a sus Cardenales y les dio la
noticia de que se celebraría un nuevo Concilio. La sorpresa y el desagrado fue
patente en algunos .Tranquilo y decidido les indicó lo que se haría para abrirlo
en 1963. Uno de los descontentos,
se presentó con él diciéndole: Santísimo Padre, eso que dice no es posible,
cómo podemos preparar todo en 1963…_-El Papa contestó ¿No se puede-..? - ¡No, Su
Santidad! – Bien, contestó – ¡Entonces lo abriremos en 1962. .!… Y así fue. Dejando al otro desconcertado
ante su firmeza.
Aquellos descontentos pronto
quisieron calmarlo, le dijeron abiertamente
que él había sido elegido como un Pontífice de transición, dando a entender que
se calmara. Él no se molestó,
simplemente les contestó que él cumplía la voluntad de Dios que así lo había
permitido. Fue bastante difícil y
doloroso a veces para él preparar un
Concilio como lo deseaba: Un viento abierto,
sinceridad, que mejorara la Iglesia, que la renovara y fuera el ejemplo y la
ayuda de un mundo casi deshecho por tanta guerra y política que destrozaba a los pueblos más humildes e
inocentes como Africa entre otros. Juan XXIII había vivido durante veinte años
el martirio de los oprimidos en el Oriente. Escribió hermosas Encíclicas: “Mater
et Magistra”, como un mensaje profundo y
lleno de amor a la humanidad para dinamizar la justicia social, que la Iglesia
Madre y Educadora lo ejemplara al mundo.
“Pacem in Terris”, donde muestra una inmensa caridad a los
pobres, a los enfermos, a los débiles, a los que sufren, a los que
trabajan para sí mismos y para los demás;
esto tuvo un impacto universal. Meses
después aquel Papa ora y suplica a los
gobiernos se detenga otra terrible
guerra en Cuba y más tarde ruega a la O:N:U. que cese su carrera armamentista.
De ahí que se le llame “ El Papa de
la Paz.
SU CONCILIO
Se
convoca en agosto de 1959
a 2700 Obispos de todos los países, razas e idiomas, y en calidad de
observadores a los representantes de las iglesias separadas: los
anglicanos,,
protestantes, a los ortodoxos que aceptan
y vienen hasta de Rusia entonces plenamente Socialista. El Vaticano II
será un “aggiornamento” (renovación) que la
Iglesia puede expresarlo como: “Ponerse al día”. Desde luego según la
enseñanza
de Cristo sin ningún falso sentido
modernista incorrecto. El Papa asegura su pensamiento: “La Fe de la
Iglesia no
cambia” pero la mentalidad sí. Hay que luchar por mantener la fe con el
lenguaje del mundo moderno. Los Obispos, los Padres trabajan fraternal
e intensamente llenos de alegría en su gran mayoría, no
faltan los conservadores que no alcanzan la visión de aquel increíble
Papa
lleno de Dios, de inteligencia .y
caridad.
Se despierta un gran interés
en el mundo entero, El Papa en su oficina reza al Espíritu Santo, a la
Santísima Virgen y San José, a quien ama. Dice: Yo no puedo empezar ni terminar
mi jornada sin que mi última palabra sea para él…” Deja en libertad a los Obispos en su trabajo, una labor
impregnada de su espíritu de servicio a Dios y amor a toda la humanidad.
CUANDO DECLINA EL DIA
Ha pasado la primera parte
del Concilio pero con inquietud se ve el cansancio, la debilidad del Papa, su
rostro ceniciento muestra que está seriamente enfermo. Los médicos acuden y
hallan un doloroso cáncer en sus intestinos. Los que lo acompañan se angustian pero él dice:”Si el Señor Jesús
me dijera, pídeme esta gracia y te la
concederé, yo le contestaría No Señor yo no pido nada. Decide tú mismo. Hasta el fin de mi vida quiero ser fiel al Padre Nuestro que tú nos has enseñado. Hágase tu voluntad, cuyo
ejemplo nos diste de Belén al Calvario.”
El
Papa se debilita conoce su enfermedad y su gravedad. Dice a
sus 82 años, “Cualquier día es bueno para nacer y cualquier día es bueno para
morir- Estoy listo para responder al
llamado del Señor. Como ustedes ven estoy bien…. Ustedes oyen mi voz: pero quisiera que oyeran
mi corazón que late de cariño por
ustedes. ”
Recibe
varios premios, el mundo lo ama y lo reconoce: La Fundación Internacional de
Balzam atribuye a Juan XXIII el premio de la Paz , la Humanidad y la Fraternidad
de los Pueblos. Alegremente el Papa lo comparte con el mundo. Lo felicitan, él tiene la sonrisa de un niño,
está muy cansado por la enfermedad. Le dicen que es un buen pastor… Le dan un
millón de francos suizos y él lo designa a la fundación en favor de las víctimas
de la violencia y de la guerra. Al día siguiente va Juan XXIII a visitar al Presidente de la República Italiana. A lo largo del camino la muchedumbre lo aclama
intensamente..
Cada
vez está más débil Su enfermedad se
agrava terriblemente, casi al final, él desea ir al balcón a saludar a los
fieles y por última vez bendice al
pueblo y ya no puede levantarse sino ir a su cama. Dice: Es un altar; el altar requiere una víctima, estoy
listo”. Sonríe a los que lo rodean,.
Recuerda a su familia,
a Sotto il Monte y a su querida Diócesis de Bérgamo.
Se
puede decir sin exagerar que el mundo entero tiene puesto los ojos y el corazón
donde está en agonía aquel Papa tan querido, Recibe mensajes de todo el
mundo. Todos bellísimos y tiernos: de un
budista,, de un ateo, de niños y niñas,, de protestantes… En el Vaticano se respira un aire de
tristeza. Ya muy grave recibe el Sacramento de los enfermos, la Comunión, y con voz firme renueva su
profesión de fe y que ama a la Iglesia,
ofrenda su vida por el Concilio y la Paz y pide perdón si ofendió. Sufre
terriblemente pero con amor.
Llega el momento, se le dice una Misa y cuando
el sacerdote dice “ Y hubo un hombre enviado de Dios que se llamaba Juan…
también el Papa da en ese momento su último respiro. Lo
que parece una coincidencia muy especial.
El Cardenal Montini, su amigo, estuvo con él hasta el último momento.
Unas 120 mil personas están fuera rezando por el Papa Bueno. Al
saberlo parece que todo el mundo está de
duelo.
Una
mamá italiana llama al Vaticano, su
hijito de cinco años dice que quiere ir a Roma, para que el tome el microbio del Papa y él muera en su
lugar. Y
esté no es el único deseo de muchos niños. Y adultos que no quieren pederlo. Pero él ya
está recibiendo su recompensa. Su rostro es tranquilo, amable. Y casi sonriente., tal como siempre fue. Muere
el 8 de Junio de l963.
Todos
están afligidos, sin embargo se palpaba que aquel bondadoso Papa que fue Pontífice unos cinco años escasos se ganó al mundo
entero por encima de otros que ocuparon ese sitio por largos años.
En
seguida se repitió el Conclave para continuar el Concilio. El nuevo Papa
el Cardenal Montini, fue electo y tomó el nombre de Pablo VI. Muy apreciado por todos y deseado por el mismo
Juan XXIII. siguió con un corazón muy abierto todo lo que sabía era deseado por
Juan XXII y fue quien terminó el
Concilio Vaticano II.
INCORRUPTO
El Cardenal Virgilio Noé
confirmó el 27 de Marzo de 2001 que el cuerpo del Papa Juan XXIII seguía incorrupto, su cuerpo completo y su rostro
tiene la misma expresión del momento en
que ya muerto aparecía dulcemente dormido.
Canonizado por la Iglesia o no, es otra de las grandes muestras de su
santidad. Puede decirse que por todo el
mundo ya está canonizado en el corazón de quienes lo han conocido o aunque sea leyendo su biografía.
Este escrito alberga sólo
pocos de los muchos momentos de su vida, tomados de diferentes biografías, no
alcanza a mostrar las anécdotas de su
buen humor, queda mucho por decir. Tal
vez sólo allá en el cielo lo conoceremos tal como lo ve el Dios a quien tanto
amo.
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